VIOLENCIA CONTRA LA MUJER.
La mujer golpeada resulta con más daños y
necesita más ayuda y tratamiento que las mujeres afectadas por otra situación y
la razón es básica: la violencia es cíclica y crónica, trayendo como
consecuencia, el aislamiento de la víctima y con ello el sufrimiento de sus
hijos.
La violencia hacia la mujer no siempre resulta
fácil de definir o reconocer, y esto, porque se sigue considerando que es un
asunto de marido y mujer. En términos
generales podríamos designarla como el uso deliberado de la fuerza para
controlar.
Sucede entre personas relacionadas afectivamente
y se suma lo habitual, lo cual lo hace sistemático y genera mayor indefensión aprendida.
La violencia hacia la
mujer no es solamente el abuso físico, los golpes, o las heridas. Son aún más
terribles la violencia psicológica y la sexual por el trauma que causan, que la
violencia física, que todo el mundo puede ver. Una mujer puede estar hasta 20
años en una situación de riesgo. Se necesita 1 año para que ella haga
conciencia de su condición y un año adicional para tomar una decisión. La
violencia comienza con la psicológica, continua con la económica y sexual,
luego la física y finalmente el homicidio.
Esta violencia va
dirigida a destruir la imagen de la mujer. Y no hablo de la imagen externa, si
no la interna, la más dañina porque la degrada, erosionando su auto estima.
A una mujer en violencia psicológica se le hace más
difícil detectarla. Las heridas de la
violencia psicológica son cicatrices no visible, se llevan en el alma, lo que hace que la familia, vecinos, amistades
y compañeros de trabajo no puedan facilitarle ayuda. En este tipo de violencia
se suele juzgar a la víctima como exagerada y poco tolerante ante la conducta
de su pareja.
El proceso de deterioro de la víctima de
violencia psicológica, es tan intenso que cuando aparece la violencia física,
ya ella cree que se lo merece. La violencia física puede aparecer años después de
la violencia psicológica.
Hay mujeres que se avergüenzan por lo que les sucede
y que hasta se creen merecedoras de los abusos. Por eso prefieren mantenerlos
en secreto y así esa situación puede prolongarse durante años.
Las adicciones no son
sino excusas que usa el victimario y su círculo para justificar sus actos de
violencia.
Si ud. conoce a alguien
que se encuentre en esta situación, déjele nuestros teléfonos, acérquesele,
ella está asustada y no va a buscar ayuda sola, recuerde que ella tiene una relación
con su victimario.
Mayela Carrillo.